A medida que uno recorre la calle West 13th es posible caminar bajo el modesto y poco obstrusivo toldo rojo de Spain. Sin embargo, la modestia y autenticidad de su ambiente, y la sencillez de su cocina, convierten a este restaurante abierto hace cuarenta años en una opción que merece la pena conocer.
Nada más entrar en este pequeño y acogedor espacio uno siente que ha regresado a una taberna española de principios del siglo XX. Lo que la hace tan auténtica -más allá de las pinturas españolas que cuelgan de las paredes, los camareros impecables en sus chaquetas rojas o el propio nombre del local- es la amable sencillez del personal. Cuando uno llega recibe un saludo cordial y caluroso, pero a partir de ese momento nadie intenta impresionarte a cambio de una generosa propina. Esta actitud es emblemática de la cultura española: el tiempo transcurre sin prisa, impera el respeto y el disfrute de la vida.
Mientras esperábamos a que nos trajesen la paella valenciana pudimos disfrutar de un surtido de aperitivos gratuítos. Delicioso chorizo en rodajas, costillitas bañadas en salsa, mejillones rellenos de cebolla, abundante pan y una ensalada, que los camareros sirvieron lo mismo que si fuésemos miembros de la realeza. Pero lo más memorable fue la sencillez de estos platos. Tal vez otros críticos discrepen, pero a mi modo de ver la comida española destaca por su carácter natural, robusto y fuerte. La habilidad de los sabores para mezclarse y enriquecerse sin perder su fuerza propia convierten a la comida española en algo muy especial.
Como dicen los periodistas de Time Out: “¿Quieres descubrir cómo cenaban los españoles en esta ciudad hace 35 años?”. Ésta es la propuesta de Spain. Si estás buscando una fusión de tapas contemporáneas, este restaurante no cumplirá con tus requisitos. Pero si, por el contrario, sueñas con una comida que te induzca a la siesta, en un ambiente relajante dentro de esta vertiginosa ciudad, no dudes en venir hasta aquí.
Website: http://www.spainrestaurantny.com
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