*Cementerios sefarditas, sexta avenida con la calle 11 y 21

“Segundo” cementerio judío de españoles y portugueses, en la calle 11th con la Sexta Avenida.

En su libro Around the World in New York (Alrededor del Mundo en Nueva York) publicado en 1924, Konrad Bercovici escribe:

Un fragmento interesante del viejo Nueva York se encuentra en la calle 11th con la Sexta Avenida, detrás de la pastelería francesa. Se trata de un pequeña parcela  triangular cuya base se alza por encima del nivel de la calle, en lo que un día fue el segundo cementerio judío. Cuando la calle 11th fue cortada para crear un acceso al oeste, el resto del cementerio fue levantado. Un nuevo cementerio fue creado entonces, en la Sexta Avenida con la calle 21st. Las ventanas traseras de una tienda de confecciones allí ubicada permiten divisar las viejas tumbas reclinadas: aunque con cierto descuido, aún hay quien se ocupa de ellas. Las inscripciones hebreas y las fechas grabadas en las tumbas constituyen una prueba del temprano asentamiento de los judíos en esta ciudad.

Estos dos cementerios, que ya eran realmente “viejos” en 1924, forman parte de la Congregación Shearith Israel, la más antigua congregación judía de Estados Unidos. Sus orígenes se remontan a 1654, cuando un grupo de 23 sefaraditas (descendientes de judíos españoles y portugueses expulsados de la Península en 1492) volvieron a reubicarse, emigrando de Brazil a la Nueva Amsterdam de Peter Stuyvesant. El cementerio más antiguo de la congregación, en uso desde 1682 hasta 1828, se halla ubicado en el 55 de Saint James Place, frente a Chatham Square. El segundo y el tercer cementerios -a los que se refiere Bercovici- funcionaron entre 1805 y 1828 (calle W 11th 76), y 1829 y 1851 (calle 21st). Los judios sefarditas vinieron a Nueva York durante los siglos XVIII y XIX, pero no fue hasta la desintegración del Imperio Otomano, a comienzos del siglo XX, que se produjo la gran afluencia de sefaraditas. Fueron miles los que emigraron de Turquía y Los Balcanes a Gotham.

La rica historia de los judíos sefarditas ladino-hablantes de Nueva York se entrecruza con la de otras comunidades hispano-hablantes de la ciudad. En 1743, por ejemplo, un grupo de esclavos españoles fue juzgado por provocar una serie de incendios en la zona antigua de la ciudad: el sefardí Mordecai Gómez fue requerido como intérprete en las cortes. Algunos antiguos textos en lengua ladina, así como de cultura urbana de principios del siglo XX, ilustran estos interesantes encuentros entre sefaraditas y latinos, a menudo ocurridos en los dos barrios históricos donde convivían: East Harlem y Lower East Side.

“Primer” cementerio judío de españoles y portugueses, en Chatham Square

Véase, como ejemplo, esta descripción del East Harlem de 1916, año de la gran diáspora puertoriqueña a Nueva York. El activista Bernardo Vega, biógrafo y organizador de esta comunidad, escribe así:

Había judíos sefarditas que hablaban castellano antiguo y portugués… Al final de nuestra visita a este barrio, Ambrosio y yo nos detuvimos a comer en un restaurante llamado La Luz. Nos llamó mucho la atención el nombre español, puesto que el dueño era un judío sefardita. La comida no respondía a una tradición por nosotros conocida, sin embargo pudimos apreciar que muchas de las salsas tenían origen español… Me impresionó mucho el restaurante: ¡era increíble pensar que nos hallásemos en Estados Unidos! Había algo muy exótico en el ambiente. El mobiliario y la decoración recordaban a un café de España o Portugal, y los clientes –sus gestos y dicción lo indicaban- provenían de Galicia, Andalucía, Aragón y otras regiones ibéricas. Empecé a darme cuenta de que Nueva York era una Babilonia moderna: un punto de encuentro entre gentes de todas partes del mundo.

Este otro ejemplo también resulta interesante. El 14 de julio de 1929, Federico García Lorca escribió una carta a su familia en Granada, tras una visita a la sinagoga Shearith Israel:

También he estado en una sinagoga judía, la de los judíos españoles. He escuchado unos cantos de extrema belleza; el cantante era un prodigio de voz y emoción. Pero me di cuenta que en Granada casi todos somos judíos. Es increíble –todos parecían nacidos en Granada. Había más de veinte, una gama entre don manuel López Saez y Miguel Carmona. El rabino se llama Sola, y tiene la misma pálida complexión de Solá Segura, posiblemente es pariente suyo. Tuve que contener la risa. Se trataba de una ceremonia solemne y hermosa pero que encontré vacía. A mi modo de ver, la figura de Cristo es demasiado fuerte para ser negada. (Traducción en Maurer)

1 Response to *Cementerios sefarditas, sexta avenida con la calle 11 y 21

  1. mundofunebre says:

    Interesante el artículo. Pongo un enlace en twitter.
    Gracias!!

Leave a comment