*La Nacional

En palabras del periodista Arturo Conde,  fue en “el otoño de 1868 que un pequeño grupo de españoles se reunió frente al modesto escaparate de la calle Bowery 151 de Manhattan para formar la primera sociedad española sin ánimo de lucro. Los fundadores, provenientes de distintas regiones de España, pretendían crear un centro social para que los inmigrantes españoles pudieran buscar el apoyo de sus compatriotas residentes en Nueva York”.

La necesidad de crear esta sociedad sin ánimo de lucro podría vincularse al estallido de la guerra colonial en Cuba ese mismo año, ya que muchos españoles huyeron de la violencia buscando refugio en Nueva York.

Desde su inauguración en 1868, la Spanish Benevolent Society (sociedad española sin ánimo de lucro), también conocida como La Nacional, ha promovido la camadería y amistad entre los españoles e hispanoamericanos residentes en Nueva York. Escondida en la calle 14th, entre las Avenidas Sépima y Octava, el único indicio de su presencia son las banderas, española y americana, que ondean encima de su clásico pórtico de piedra marrón.

Según afirma Jesús “Lolo” Manso, dueño del restaurante del club, La Nacional es la segunda sociedad más antigua aún vigente en Estados Unidos. Ubicada en el corazón de lo que un día se llamó la “pequeña españa” (“Little Spain”), a día de hoy prosigue promoviendo la cultura española, a través de espectáculos de baile flamenco, exposiciones de arte, proyecciones de películas y conciertos, en el piso superior. La planta que está a pie de calle funciona como restaurante, donde se sirven deliciosas tapas y sangría que muchos clientes disfrutan mirando un partido de fútbol, en alguna de sus pantallas de televisión.

Cuando la inmigración española alcanzó sus picos más altos, entre 1905 y 1920, La Nacional funcionaba como “sociedad de intercambio de ayuda”, ofreciendo a sus miembros servicios sociales de otra manera inaccesibles, por ejemplo médicos y funerarios.

La comunidad española de Nueva York ya no es lo que era, y la mayoría de los locales emblemáticos de la “pequeña España”, tales como La Iberia y Casa Moneo, desaparecieron hace ya tiempo. Sin embargo La Nacional ha resistido el paso de los años: se ha convertido en un vestigio -pequeño pero de gran valor- de la presencia de los españoles en la ciudad.

A día de hoy La Nacional es muy conocida por su restaurante, donde es posible saborear los platos más tradicionales de la cocina española, tales como paella, y disfrutar de una sangría o un café con leche frente a un partido de fútbol retransmitido en la televisión. Cuando la selección española compitió por la Copa del Mundo en el verano de 2010, una multitud de fans (tanto españoles como extranjeros) acudió a La Nacional para apoyar al equipo y, finalmente, celebrar la victoria.

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